Para describir la experiencia que hemos vivido acerca del mantenimiento tendría que citar aquellas palabras de A. Suters, las cuales dejaron huella en esta importante actividad, donde describió, que “si en un sistema productivo todo marcha sin precedentes, nadie recuerda que el mantenimiento existe, cuando el sistema productivo marcha mal todos comentan que no existe, cuando se habla sobre presupuesto de gastos se dice que no es necesario, pero cuando realmente este no existe, todos coinciden en que debería de existir”. Por lo que el mantenimiento es una de las actividades de mayor influencia en la productividad y calidad del producto final asegurando que todo elemento físico continúe desempeñando las funciones deseadas sin interrupciones inesperadas. Con basamento a lo antes expuesto, el mantenimiento proporciona y asegura que todo elemento incorporado en un sistema productivo continúe desempeñando las funciones para la cual fue creado, claramente está, que para que esto se produzca, los equipos deben ser capaces de cumplir esas funciones. Es decir que cada componente que integra un sistema debe ser confiable, si cualquier tipo de equipo es incapaz de realizar el funcionamiento deseado en principio, el mantenimiento por sí solo no será capaz de hacerlo. Ejemplo de este caso es que puede adquirirse un equipo en el mercado, este por lo general se encuentra provisto de varias tecnologías proporcionadas por distintos fabricantes. El equipo pudiera estar provistos de buenos acabados y robustez en su estructura, pero si sus componentes poseen baja calidad o en su ingeniería posee problemas de diseño, para efectos de mantenimiento, el mismo será muy cuesta arriba poder satisfacer las necesidades de productividad. Por ello, el mantenimiento debe existir con sentido de confiabilidad y cualquiera que sea el método adoptado por la organización para llevarlo a cabo debe perseguir la unificación de criterios, basados en la lógica, sentido común y el conocimiento de los sistemas y sub-sistemas instalados en su sistema productivo. El mantenimiento y la confiabilidad son áreas donde muchas organizaciones miden su capacidad competitiva para la generación de beneficios, donde los niveles de desempeño son cada vez más altos, provocando que la tecnología se abra paso acceleradamente en materia de herramientas de planificación de recursos y sistemas de información, que dan como resultados estadísticas valiosas para programar las actividades de mantenimiento en cada equipo o sistema productivo en general. Así mismo el mantenimiento centrado en la confiabilidad debe enfocarse en métodos y sistemas tecnológicos enmarcados en las funciones, tipo, causas, ocurrencia o recurrencia de falla. A la misma vez, también debe estar centrado en las acciones correctivas para prevenir las fallas y que se debe hacer si esta no puede ser corregida en cada sistema. Esto conlleva el solo propósito de mantener la función de los equipos en su contexto operacional y el comportamiento funcional de los equipos, que dé como resultado que el proceso en este tipo de mantenimiento se definan de forma clara las funciones y los estándares de comportamiento funcional asociados a cada sistema productivo — la calidad de producto, servicio al cliente, problemas del medio ambiente, costos operacionales y de seguridad. – See more at: http://www.carnetec.com/Industry/Blogs/Details/60089#sthash.ykifdrXS.dpuf